Qué manera más torpe de representarlo, ¿verdad? De los que por aquí andan, compañeros, quizá Hidalgo, Rebeca, Radar... quizá alguno de ellos sepa hasta qué punto es torpe. Todos aquellos que tengan un Nuiz de tipo sensitivo. O los que recuerden sus sueños. Porque es la manifestación más común del Nuiz: salir a viajar mientras duermes, pero una de las más complicadas de dominar.
Pero prefiero este esquema a los dibujos pastelosos que pululan por la red en torno a estos viajes. Nada más alejado de la realidad. Repito que quien haya visto, lo entenderá.
Yo consigo controlar mi cuerpo mediante una especie de bloqueo. Pero no puedo hacerlo de manera violenta, pues esto me llevaría inmediatamente de vuelta.
Lo complicado es que no se quiere volver.
Estos días he estado fortaleciendo mi cuerpo, limitándome a hacer ejercicios físicos, por prescripción médica. No porque me haga daño. Lo que pasa es que no mover el cuerpo durante días lo deteriora sensiblemente. Tras mis primeros vuelos, que a mi me pareció que duraban muy poco, pero que duraron días, mi cuerpo casi muere definitivamente.
Luego estuve algún tiempo alternando, hasta el ultimatum. No era que Adela ya no me quisiera, por culpa del abandono y del maromo con el que se junta. Es que tenía que prepararme para volver a pasar bastante tiempo fuera de mi, fortaleciendo el cuerpo.
Ahora conduzco manadas humanas para llevarlas a la batalla. Ahí está la batalla. ¡Al sur! He conocido a Radar. Je, es un tipo majo. Sus pensamientos me han sido de mucha utilidad, con el magnetismo que emite. Los he usado de patrón muchas veces.
Sé que hay criaturas de naturaleza opuesta a los demonios: ángeles. Pero de Dios no he tenido noticia alguna, sin embargo. Siento tener que decepcionar a muchos. Además, los ángeles no hacen ni caso. Son vagas personalidades en torno a las luminarias celestes, y en torno al sol, sobre todo en torno al sol. Hay ciudades en los cielos, pero tienen su propio ritmo y no se aprecia relación con nosotros ni con los demonios. Estamos solos, por lo que se.
Todavía quedan restos del ejército. Algunos están en un bando, otros en otro, pero en general la situación es caótica. De las grandes instalaciones energéticas, como el acelerador de partículas de la UE ni idea. Pude presenciar la destrucción del portaaviones de la armada Española, el Príncipe de Asturias. Un espectáculo.
Yo estoy aqui. Con el portátil, un goteo en el brazo, dispuesto a sumergirme de nuevo. De nuevo adelgazando, consumiéndome.
Pastoreando manadas de hombres a la guerra.
He visto a los actores en el mundo y los voy conduciendo, transmitiéndoles sueños. He visto los ejércitos. No al enemigo, aunque se distinguir un lugar vacío, y por eso localizo sus posiciones.
Hola, Brau, que nosotras queremos ir a esa guerra. Ya nos dirás... Recuerdos a Adela.
ResponderEliminarNo son las únicas, Brau, yo también iré con Pablo y todos los que quieran unirse. Partimos mañana, asi que sumérgete en uno de tus sueños y dinos a dónde tenemos que ir.
ResponderEliminarClaro, tranquilas, que os voy guiando como puedo. Pero a Pilar ni la veo, por ahí hay un problema. Y a los que están junto a ella los capto de vez en cuando, como si parpadearan. Según se alejen o se acerquen, tanto físicamente como en sus propios pensamientos.
ResponderEliminarBlanca, definitivamente necesitáis un sensitivo en vuestro grupo, así las cosas serán más fáciles. Mientras intentaré guiaros.